Ninguno de los tres podrá olvidar esta misión particular que han cumplido, por la modalidad ciertamente no ordinaria de visitar a los fieles y menos aún por el valor humano y espiritual de su cercanía en ese contexto. “Son experiencias muy fuertes -continúa el padre Chaban-. Para llegar a un grupo de nuestro ejército, los sacerdotes fueron acompañados por militares. Ya en la zona los obligaron a viajar en la oscuridad acompañados de un soldado que les mostraba el camino caminando delante del vehículo con una pequeña linterna”.

La respuesta de fe de los militares atestigua la absoluta relevancia de esta iniciativa: “Fue impresionante ver cómo estos muchachos esperaron al sacerdote para confesarse hasta las dos de la mañana; o cómo participaban en las celebraciones de Semana Santa, incluso en plena oscuridad, para no ser vistos”.

Además del apoyo espiritual, los salesianos agregaron apoyo material. "Pudimos llegar a las áreas más afectadas y distribuir medicamentos y alimentos a las personas necesitadas, en la región de Kharkiv, Lugansk, Donetsk, Dnipro, Kiev, todos lugares donde las personas necesitan ayuda y especialmente alimentos", continúa el Superior de UKR-. Fueron hermosos momentos junto a los refugiados de nuestra comunidad. Celebramos la Semana Santa con unas 250 personas, en su mayoría niños, quienes pudieron disfrutar a pesar de todo de algunos momentos felices de celebración”.

Una iniciativa similar fue realizada por los salesianos y los voluntarios que acompañan a los refugiados ucranianos que se encuentran refugiados en el World Exhibition Centre de Varsovia. Algunos de ellos estuvieron allí el domingo pasado para llevar algo de alegría con motivo de la Pascua ortodoxa.

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