“Margherita era una mujer sencilla, bondadosa y valiente -explica el padre Egidio Deiana, SDB, que desde hace años en el Colle Don Bosco ha estudiado su historia en profundidad-. Siempre se ha destacado por la atención a las diferentes sensibilidades de sus tres hijos (el primero, Antonio, hijo del anterior matrimonio de su marido, y los dos suyos Giuseppe y Giovanni), por haber sabido acompañarlos en su vocación sin nunca ser metida, apoyándolos con su discreta presencia".
Sin embargo, Mamma Margherita no fue importante sólo para el mundo salesiano, sino también para los habitantes del pequeño pueblo donde nació, en 1788: Capriglio. Allí mismo, en el 2006 se instaló un museo en su honor a partir de una idea del entonces alcalde Gian Barberis y de Elisabetta Serra, del Ecomuseo Basso Monferrato Astigiano, presidido en esos años por Mario Sacco. Así, diseñaron la iniciativa con la ayuda de los arquitectos Massimo Siracusa y Giancarlo Transatto, como del diseñador Massimo Braco, que ilustró los momentos de actualidad de la vida de las mujeres a través de una colección de exvotos muy peculiares.
"A esta altura -explica Barberis- hicimos participar a la población, que nos trajo objetos que relataban la vida campesina de esos años, el contexto histórico y social en el que había vivido Margherita, pero también fotos de familia y tantas otros objetos".
Inaugurado el 1 de abril de ese año, coincidiendo con el cumpleaños de Margherita, el museo está ubicado en el local donde el pequeño Giovanni Bosco frecuentó sus primeros años de escuela. “Llegaron peregrinos de todo el mundo a visitarlo -añade Barberis-, tanto que sólo durante el primer año llegamos a las 28 mil presencias. También fue una forma de dar a conocer nuestro pequeño municipio”.
Muchos son los visitantes y peregrinos que vienen a Capriglio para conocer la figura de Mamma Margherita, muchas parejas aquí confirman su promesa de matrimonio, en la Iglesia donde se casó Occhiena, y también hay muchos jóvenes que realizan representaciones teatrales sobre la vida de Mamma Margarita.
“Estos dos años de pandemia nos han penalizado -explica la alcaldesa, Tiziana Gaeta- pero esto no nos ha detenido. En junio el museo reabrirá y será aún más hermoso. Hemos reformado la planta baja del local, haciéndolo al menos en parte, accesible a todos gracias a la eliminación de las barreras arquitectónicas. Además, queríamos crear un ambiente más moderno para la exposición y ya estamos pensando en organizar eventos de temporada para que siempre haya algo nuevo para descubrir. Esta renovación pretende ser una obra encaminada a ampliar un patrimonio al que estamos muy relacionados, tanto en lo espiritual, como en lo histórico y en lo social”.
