El pasado 18 de junio, nació el pequeño Ali, un niño saludable, con padres muy felices y saludables, aunque con algunas horas menos de sueño.
Poco tiempo después, el 13 de julio, un padre que llevaba meses atrapado en el país por problemas de documentos se reencontró con una de las familias. Finalmente la familia está reunida y feliz de estar a salvo.
Diez días después, el 23 de julio, nació la pequeña Maria Grazia. Ella también se encuentra muy bien y los nuevos padres están ilusionados con esta nueva aventura que han iniciado.
Los niños participan en las actividades del oratorio de verano y entre juegos, formación y paseos aprenden poco a poco el italiano, para que en septiembre puedan comenzar la escuela. Los padres y otros adultos han sido incluidos en las actividades de voluntariado del oratorio y, en particular, ayudan con la distribución de alimentos. Ellos también están trabajando duro para aprender el idioma y alcanzar rápidamente la autonomía: todos los días asisten al curso de italiano en “Spazio Anch’io” y desde septiembre comenzarán a asistir al CPIA, el Centro Provincial de Educación de Adultos.
Todos tienen un background formativo bueno y han tenido que abandonar excelentes puestos de trabajo. Los procedimientos para la equivalencia de títulos, para la obtención de permisos y todos los documentos son largos y a veces pueden ser desalentadores. Por eso, en el "Don Bosco San Salvario" se trata de ayudarlos a comprender que deben darse un tiempo y aprovecharlo para que pronto puedan volver a ser independientes.
Todas estas actividades son posibles gracias a los voluntarios, que cada día se comprometen a acompañarlos a visitas y citas, los visitan para pasar tiempo juntos y tratan de encontrar lo que puedan necesitar. En una frase: buscan que se sientan como en casa. Cada uno pone a disposición sus competencias, sus pasiones, sus conocimientos y el tiempo que tienen disponible, porque cada uno es valioso.
Más información en el sitio web de San Salvario.
