Ya es tarde cuando, el 11 de noviembre de 1922, cuatro religiosos de la Sociedad de San Francisco de Sales llegan a San Marino, en la localidad de Borgo Maggiore: don Giuseppe Ulcelli, director de la nueva comunidad, escritor, poeta, dramaturgo; don Francesco Bernaudo, confesor; Spartaco Mannucci, clérigo; y el salesiano coadjutor Angelo Mensali. Con pocas cosas en la maleta, pero con el entusiasmo de los fundadores, se instalan en la "Casa Martelli". Llevan consigo la imagen de María Auxiliadora y del entonces venerable Juan Bosco. En sus corazones hay una frase suya para animarlos: "Hagan lo que se pueda, Dios hará lo que ustedes no puedan. Confíen todo a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora, y verán lo que son los milagros”.
No pasó mucho tiempo antes de ver los "milagros": la iglesia de la Virgen se convirtió en la iglesia de los salesianos; luego nació el oratorio festivo y cotidiano para niños y jóvenes; las actividades extraescolares diurnas y nocturnas; una escuela de canto; desde 1923 el mensual "L'Amico dei Giovani"; la construcción de un parque infantil, la compra de otros locales y la adecuación de la "Casa Martelli", con oratorio y sala de teatro desde 1927; catecismo para chicos; la apertura del internado: "Instituto Salesiano"; dramaturgia amateur; el equipo deportivo “Libertas”; los Exploradores; la Acción Católica "San Giovanni Bosco"; el “Círculo Don Bosco”; el grupo “Pequeño clero”, los Exalumnos nacen a partir de 1941 e inmediatamente después los salesianos cooperadores; sin olvidar la atención pastoral en otras iglesias de San Marino, con oratorios festivos afines; y la escuela de religión en dos establecimientos educativos.
“Estos milagros -explica Pier Paolo Forcellini, presidente de la Unión de los Exalumnos de Don Bosco de la República de San Marino- fueron la respuesta a las expectativas y la consideración de la población de Borgo Maggiore. Pero también la respuesta a las personalidades civiles y religiosas de la República y de la Diócesis, que han tomado medidas para que los salesianos lleguen a San Marino”.
De hecho, fue Mons. Alfonso María Andreoli, obispo de Montefeltro quien escribió en 1906 a Don Miguel Rúa, primer sucesor de Don Bosco, para invitar a los Salesianos a San Marino. Y menos de un año después de la llegada de los primeros discípulos del Santo de los Jóvenes, con el consentimiento unánime de las autoridades y de la población, se solemnizaba el domingo 19 de agosto de 1923 la inauguración oficial de la Obra Salesiana en la República de San Marino. Pocos años después, Don Filippo Rinaldi, III Sucesor de Don Bosco, emitió el 2 de febrero de 1928, el decreto para la erección canónica de la casa en Borgo Maggiore.
“Después de cien años, los salesianos siguen en San Marino, llamados a continuar una historia de generosa donación a la educación de los jóvenes”, concluye Forcellini.
Para celebrar el centenario se ha preparado un vasto programa de actos:
- Viernes 11 de noviembre a las 20:30 (UTC+1) en el Palacio de Congresos Kursaal, Mesa Redonda: “Miradas sobre la educación de los jóvenes al estilo de Don Bosco”, a cargo de la periodista Benedetta Rinaldi. Ponentes: Don Pascual Chávez, Rector Mayor Emérito de los Salesianos; Dr. Emilio Mancuso, periodista. Interludios musicales a cargo de los alumnos del Instituto de Música de San Marino.
- Sábado 12 de noviembre a las 18:00 horas: Homenaje delante del monumento de Don Bosco ubicado en Borgo Maggiore. A las 18.30 horas: Misa vespertina del Centenario en el Santuario de Nuestra Señora de la Consolación, presidida por el padre Chávez, en presencia de feligreses y exalumnos.
- Domingo 13 de noviembre a las 10:00 horas, en la Parroquia de San Pedro, Marino y León de Murata, solemne celebración Eucarística, presidida por el padre Chávez, con la presencia de benefactores y autoridades. A continuación: homenaje musical delante de la estatua de Don Bosco, ágape comunitario en el oratorio "Don Bosco", juegos y entretenimiento para niños y papás.
