La Agencia Fides informa que desde finales del año pasado uno de los grupos rebeldes de la zona ha vuelto a empuñar las armas y el pasado mes de junio se apoderó de Bunagana, en la frontera con Uganda. Tras varias semanas de calma los rebeldes iniciaron el 20 de octubre una ofensiva ampliando el territorio bajo su control. Por ello miles de personas -hombres, mujeres, niños y ancianos- han comenzado a huir de las zonas más peligrosas de la región intentando salvarse.
La situación ha empeorado en los últimos días ya que el frente se ha acercado a Goma. Se habla de 40.000 desplazados internos en la RDC. Uhuru Kenyatta, expresidente de Kenia y enviado de la Unión Africana como facilitador de las negociaciones entre las partes en conflicto, tras visitar el campo de desplazados, imploró en rueda de prensa: “Primero detengamos la guerra, luego iniciemos el diálogo. No podemos hacer que los niños, las madres, los ancianos vivan como animales. No digamos: hablemos primero. No, primero detengamos la guerra".
El padre Guillermo Basañes, Superior de los salesianos de África Central (AFC), en una circular dirigida a sus hermanos, ofrece algunas indicaciones: “Estar cerca sobre todo de los más vulnerables: niños, recién nacidos, enfermos, ancianos. Que ningún discurso de odio salga de nuestra boca, ni siquiera por insinuaciones. El Señor nos ha puesto aquí y hoy, para dar testimonio del Evangelio de la reconciliación, del perdón y del amor a los enemigos. Esta es precisamente nuestra 'debilidad'-fuerza. No escatimemos palabras para denunciar con vigor la maldad de esta guerra y la irresponsabilidad criminal de sus autores, así como quienes la observan pasivamente. Aquí se aplican perfectamente las palabras del Papa sobre la guerra en Ucrania: '¡La guerra es en sí misma un error y un horror! Una herida terrible e inconcebible de la humanidad (…) ¿Cuánta sangre más habrá que derramar para hacernos comprender que la guerra nunca es una solución, sino sólo la destrucción? (…) ¡Por favor, que las generaciones jóvenes respiren el aire sano de la paz y no el aire contaminado de la guerra que es una locura!'”.
El padre Basañes concluye:, “Recen y hagan rezar por nuestros bienhechores”, mientras desde las diversas presencias salesianas en todo el país, así como desde las diversas Procuras Misioneras y organismos salesianos internacionales, se renuevan también los llamamientos para difundir y dar a conocer la triste realidad de esta guerra "olvidada" por demasiados medios de comunicación, y presionar a la sociedad civil y a quienes toman las decisiones para que pidan a los gobiernos que hablen y actúen por la paz en la región de los Grandes Lagos.
