La parroquia de la Sagrada Familia, encomendada a los salesianos, se encuentra en el distrito de Khan-uul, a 40 km de la capital de Mongolia. Fue asignada a los Discípulos de Don Bosco en 2007 por el difunto Prefecto Apostólico de Ulan Bator, Mons. Wenceslao Padilla, CICM, y está ubicado en un distrito donde las familias pobres suelen vivir en sus tradicionales tiendas mongolas, las "ger", incluso cuando en invierno la temperatura exterior alcanza los 45° bajo cero.
Entre los habitantes de esta realidad hay una familia que tiene dos hijos, el primero de los cuales tiene a su vez otros hijos, pero no un trabajo estable. El segundo hijo, sin embargo, todavía está estudiando en la universidad. El padre de esta familia quedó paralítico hace seis meses y la madre -desempleada- lo cuida a él y a todos los miembros de la familia.
La situación de pobreza de esta familia es tal que actualmente utiliza estiércol de vaca para calentar el ger.
Cuando hace unos días el misionero salesiano padre Mario Gaspar dos Santos fue a visitarlos encontró un ambiente increíblemente frío. Con -15°C afuera y sin carbón para calentarse, el esposo yacía tendido en la cama cubierto con tres capas de mantas.
“¿Cómo vas a cocinar esta noche? ¿Tienes algo para cenar? preguntó entonces el salesiano. "No tenemos nada para cenar, no hemos comido nada hoy... Y para calentarme iré a buscar leña" respondió la mujer.
Por eso el padre Dos Santos inmediatamente hizo todo lo posible por ellos. Le dijo a la mujer que lo siguiera y juntos fueron a la parroquia, donde consiguió una bolsa de harina; luego fueron a una tienda, donde les compró dos cabezas de cordero.
Luego pidió ayuda al encargado de la guardería "Don Bosco", quien lo acompañó en busca del carbón, y habiendo identificado al comerciante, lograron comprar hasta 12 costales para la familia necesitada -un tratamiento especial por la peculiar situación de indigencia de los destinatarios de la solidaridad salesiana, dado que en Mongolia una familia sólo puede comprar seis por semana.
La familia beneficiaria se mostró muy agradecida por la ayuda recibida y prometió que luego de este testimonio participarán en las actividades de la Iglesia. Por su parte, el padre Dos Santos le recomendó orar: "Cuando rezas, Dios siempre te bendice a ti y a tu familia. Él es quien nos envió aquí para ayudarte".
