Fue una magnífica oportunidad para que los participantes se sumergieran en el epicentro de la Congregación, con visitas guiadas a Chieri e I Becchi bajo la hábil dirección del Padre Michael Pace. Todo el día hubo tiempo suficiente para descubrir más sobre la vida de Don Bosco y el comienzo de su vida sacerdotal, así como para comprender todas las dificultades que el Santo de la Juventud tuvo que afrontar para realizar el sueño que tenía a la edad de nueve años.

Visita a Chieri

La visita comenzó en la iglesia de Santo Domingo, donde Don Bosco celebró su tercera misa. La visita ayudó a todos a percibir las dificultades que Juan Bosco experimentó en Chieri, habiendo llegado a esa ciudad para continuar sus estudios. Para alguien que siempre había vivido en el campo, llegar a una ciudad de nueve mil habitantes era realmente impresionante. Don Bosco se alojó en casa de una viuda llamada Lucia Matta, paisana de la familia.

Más tarde, para ahorrar algo más de dinero, Juan Bosco trabajó en el Caffe Pianta, donde también dormía y estudiaba bajo una pequeña y oscura escalera. Para los participantes en el encuentro internacional del Boletín Salesiano fue realmente emocionante visitar este emblemático lugar. En aquella época Juan Bosco no sabía qué dirección dar a su vida, pero a pesar de las dificultades no se rindió.  Al entrar en el seminario de Chieri -que los participantes pudieron visitar- Don Bosco hizo buenos amigos, entre ellos Luigi Comollo, que le acompañó siempre, hasta el final de sus días.

Durante la visita al seminario, se montó una exposición sobre la vida de Don Bosco en Chieri, donde fue estudiante, sastre, cafetero, zapatero, acróbata, fundador de grupos juveniles y seminarista. La visita a Chieri terminó en el colegio de las Hijas de María Auxiliadora (FMA), donde se pudo ver la mesa en la que trabajaba Don Bosco.

Visita a I Becchi

La segunda parte de esta visita fue al Colle Don Bosco, que nos permitió sumergirnos realmente en el sueño que dio origen a la Congregación Salesiana.

Durante la visita a la casa de I Becchi, los participantes pudieron conocer un poco más sobre la infancia de Don Bosco y sus humildes comienzos. En una humilde casa, confiada a Mamá Margarita, Don Bosco tuvo el sueño que cambió toda su vida. "Hazte humilde, fuerte y robusto", le dijo una señora tan brillante como el sol, "y lo que ves que les pasa a estos animales ahora mismo, tendrás que hacerlo por mis hijos. Yo seré tu maestra. A su debido tiempo lo entenderás todo". Era la anticipación de una extraordinaria vocación educativa y pastoral que nos permite decir hoy que formamos parte de esta gran Familia.

También en la Colina de Don Bosco, los participantes pudieron participar en la Eucaristía celebrada en el Templo de Don Bosco, presidida por el Padre Gildasio Mendes, Consejero General para la Comunicación Social. Joven, soñador y sediento de respuestas, el pequeño Juan sabía que necesitaba buenos consejos para realizar su sueño. Los buscó entre sus amigos, sus profesores, los sacerdotes que le acompañaban y luego los formadores del seminario.

Si en I Becchi Don Bosco aprendió los fundamentos de su fe con la ayuda de Mamá Margarita, en Chieri construyó su personalidad humana y cristiana, y los años que pasó allí fueron muy importantes para él y para el desarrollo de su fe.

Sin duda, fue una visita memorable e inolvidable para todos los participantes en el encuentro del Boletín Salesiano Internacional, y les recargó de energía salesiana para volver a sus países llevando en sus corazones un renovado celo por Don Bosco y la Misión Salesiana. 

Patricia Madeira

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