El 30 de abril, el Padre Maravilla presidió la Eucaristía en la escuela salesiana de Namugongo en honor de San Juan Bosco, a la que asistieron estudiantes, miembros del personal, padres e invitados. Durante su homilía, el salesiano destacó que "Don Bosco lo hizo todo para acercar a los jóvenes a Jesús". Por ello, retó a padres, educadores e invitados "a esforzaros, ante todo, por acercaros vosotros mismos a Jesús, para que podáis acercar a otros a Jesús, especialmente a vuestros hijos y familias".
Del 2 al 3 de mayo estuvo entonces en Palabek, que fue el motivo principal de su visita. Desde 2017, los Salesianos han estado trabajando para desarrollar el Centro de Refugiados de Palabek, apoyando a los aproximadamente 56 mil refugiados de Sudán del Sur y a los 11 mil miembros de la comunidad de acogida en Palabek. En los últimos meses, ha llegado un nuevo grupo de refugiados.
Allí, el Consejero para las Misiones se reunió con los catequistas de las diecisiete capillas confiadas a los Salesianos alrededor del campo de refugiados. Junto con el Padre Ngoboka y el Padre Ubaldino Andrade, Director de la obra salesiana en el campo, visitaron algunas de las comunidades donde se han asentado los refugiados recién llegados de Sudán. También fueron testigos de cómo el grupo misionero, compuesto por jóvenes refugiados, visitaba las casas de otros refugiados para rezar con ellos y realizar algunas obras de misericordia.
El Padre Maravilla también se reunió con toda la comunidad y compartió con ellos los elementos importantes del ministerio salesiano con los refugiados y la renovada visión misionera de nuestra Congregación. Expresó su agradecimiento por su compromiso y dedicación en este ministerio porque "es una obra preciosísima para la Congregación, una expresión concreta de la opción preferencial de nuestra Congregación por los pobres".
El momento culminante de su estancia en Palabek fue la Eucaristía que celebró en el Centro de Formación Profesional "Don Bosco", que ofrece cursos de mecánica, costura, construcción, agricultura, energía solar y peluquería a refugiados y lugareños. Para hacer aún más hermosa la celebración, durante la Eucaristía fueron bautizados diecisiete alumnos que siguieron un programa de catecumenado. Habéis recibido la luz de la fe", les exhortó el Padre. Maravilla, "ahora no os avergoncéis y no tengáis miedo de compartir la luz de vuestra fe en Jesús con vuestros familiares y amigos".
"La experiencia en Palabek toca el corazón. Uno no puede irse sin conmoverse, no solo por el sufrimiento de los refugiados, sino sobre todo por el gran bien que están haciendo los Salesianos allí", comentó el Padre Maravilla, que también visitó las otras presencias salesianas en el país durante su estancia en Uganda.
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