El objetivo principal es atraer a los jóvenes, en particular a las chicas, a los programas de formación profesional, reduciendo la deserción escolar y proporcionando herramientas prácticas y teóricas para prepararse para el mundo laboral.
El proyecto prevé un cofinanciamiento entre las dos entidades: CNOS-FAP pondrá a disposición recursos humanos, mientras que Schneider Electric proporcionará una contribución económica para los equipos didácticos. En total, treinta y seis Centros de Formación Profesional (CFP) en toda Italia se beneficiarán de los kits didácticos y de las tecnologías avanzadas, incluyendo maletines sobre automatización industrial, plásticos 3D para Industria 4.0 y Smart Home, enriquecidos con software de realidad aumentada para ofrecer a los estudiantes una experiencia práctica inmersiva.
“Nuestra misión salesiana – afirmó el padre Giuliano Giacomazzi, Director General de la Fundación CNOS-FAP ETS – siempre ha sido la de ofrecer a los jóvenes una formación de calidad, capaz de prepararlos para los desafíos del mundo contemporáneo y de promover la dignidad del trabajo. Gracias a la contribución de Schneider Electric y de su Fundación, podremos potenciar las competencias de nuestros alumnos en el campo de la energía sostenible, de las tecnologías inteligentes y de la transformación digital”.
Los beneficiarios del proyecto incluirán cinco mil quinientos estudiantes de los programas trienales y cuatrienales y cien formadores. Las actividades formativas serán apoyadas por el personal de CNOS-FAP, por los voluntarios de Schneider Electric y por el socio “Mondo Scuola Lavoro”, garantizando así una sinergia entre educación y mundo industrial.
“Para enfrentar los desafíos de la sostenibilidad, de la transición energética y digital – comentó Davide Zardo, Administrador Delegado de Schneider Electric para Italia, – se necesitan fuerzas y competencias nuevas. Es, por tanto, necesario invertir en los jóvenes para prepararlos para los desafíos futuros. Necesitamos diversidad de inteligencias, vocaciones y competencias, y si queremos que el crecimiento sea inclusivo, debemos asegurarnos de no dejar atrás a nadie”.
Durante el desarrollo del proyecto, se organizarán cursos de formación para formadores salesianos, apuntando a una mejora progresiva de sus competencias técnicas. Además, se llevarán a cabo actividades de orientación para más de tres mil trescientos estudiantes de las escuelas secundarias de primer y segundo grado, con el fin de incentivar la elección de los programas de formación técnica y profesional.