En once regiones de Italia, voluntarias y voluntarios ofrecerán la tradicional planta de violeta para apoyar proyectos educativos dirigidos a niños, adolescentes y jóvenes en situación de dificultad. Con la compra de una Violetta de Don Bosco, será posible contribuir a las actividades de más de ochenta estructuras salesianas presentes en toda Italia, que cada día acogen a más de mil trescientos menores.
Un apoyo concreto para quienes viven en condiciones de vulnerabilidad, para quienes corren el riesgo de abandonar la escuela, para quienes necesitan un punto de referencia seguro en su camino de crecimiento.
“Nuestra red está en primera línea para ofrecer oportunidades educativas y de crecimiento a los jóvenes más frágiles. Con esta iniciativa, queremos involucrar a las comunidades locales en un gesto simple pero de gran valor: apoyar a quienes más lo necesitan – declara el padre Francesco Preite, presidente de Salesiani per il Sociale –. Cada violeta donada es un signo tangible de esperanza y cercanía a las nuevas generaciones, para que ningún joven se sienta solo o abandonado”.
El mensaje de Don Bosco sigue vivo a través del compromiso diario de los educadores salesianos, los voluntarios y todos aquellos que se preocupan por los jóvenes más vulnerables. Don Bosco decía: “Hacer el bien es como la flor de la violeta: una flor que no se ve, pero cuyo perfume todos perciben”. Y es precisamente con este espíritu que cualquiera puede hacer su parte: con un pequeño gesto, como la compra de una violeta, es posible contribuir a un futuro mejor para muchos jóvenes.
Todas las plazas de La Violetta, en las que será posible apoyar la iniciativa, están disponibles en el sitio web www.salesianiperilsociale.it.