Italia – Génova celebra 150 años de Misiones Salesianas

13 Noviembre 2025

(ANS – Génova) – Bajo un cielo otoñal despejado, la ciudad portuaria de Génova se convirtió, el miércoles 12 de noviembre de 2025, en el corazón palpitante del mundo salesiano, mientras cientos de personas se reunían para conmemorar un momento decisivo en la historia de la Congregación: la partida, hace ciento cincuenta años, de los primeros diez misioneros salesianos hacia la Argentina, una empresa audaz que luego se extendería a ciento treinta y siete países de los cinco continentes.

La histórica celebración de tres días alcanzó su punto culminante el miércoles 12 de noviembre, reuniendo al Rector Mayor, padre Fabio Attard; a la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora (HMA), madre Chiara Cazzuola; a los nuevos misioneros próximos a partir hacia sus destinos; a animadores misioneros provenientes de todo el mundo; y a miembros de la Familia Salesiana ampliada: más de trescientas cincuenta personas unidas en la gratitud y en un renovado celo misionero.

Recorriendo Aguas Sagradas

La jornada comenzó a las 10:00 en el Puerto Antiguo, donde unos doscientos participantes se reunieron con una cálida acogida típicamente ligur acompañada de la querida focaccia de la región: un momento de comunión antes de emprender un profundo viaje a la memoria. A las 10:00 en punto, el grupo subió a una embarcación para recorrer el trayecto realizado por aquellos diez pioneros salesianos que partieron de esas mismas aguas a mediados de noviembre de 1875.

Con la participación del padre Francesco De Ruvo, la hermana Anna Maria Spina —directora de las HMA de Génova— y otras personalidades salesianas, el barco navegó hacia el emblemático faro del Puerto Antiguo, la Lanterna, mientras en la cubierta resonaban relatos de valor, fe y los últimos consejos de Don Bosco. Las palabras de despedida del santo, exhortando a cuidar “a los hijos de los emigrantes italianos” —treinta mil en Argentina en aquel tiempo—, resonaron con renovada urgencia en el actual contexto de migraciones y desplazamientos. El viaje simbólico conectó pasado y presente, recordando a todos los presentes que la obra misionera nunca concluye, sino que se renueva continuamente con el “sí” de cada generación a la llamada de Dios.

Un monumento para la memoria

Al regresar a tierra, a las 11:15, la delegación se dirigió hacia un momento solemne. Autoridades civiles y eclesiales se unieron al Rector Mayor y a un grupo seleccionado de jóvenes —diez en total, representantes de aquella primera banda misionera— para descubrir una placa conmemorativa en el Puerto Antiguo. Este signo permanente permanece ahora como testimonio silencioso del extraordinario coraje de aquellos primeros salesianos que zarparon con poco más que la bendición de Don Bosco y una firme confianza en la Divina Providencia.

Los jóvenes acogen a los sucesores de los misioneros

La procesión avanzó luego hacia el Instituto Don Bosco de Sampierdarena, fundado por san Juan Bosco en 1872. Allí, las celebraciones adoptaron el tono alegre y juvenil que caracteriza la educación salesiana. Todo el alumnado —representando treinta nacionalidades— se alineó a la entrada para ofrecer una acogida exuberante, cuyo entusiasmo fue la encarnación viva de la misión global nacida hace ciento cincuenta años.

Los jóvenes presentaron las banderas de cada nación representada en su comunidad escolar, creando un vibrante tapiz de culturas. Los estudiantes ofrecieron al Rector Mayor dones simbólicos: cuadernos representando la educación, bolsos de trabajo en señal de la formación profesional, y una sudadera del instituto simbolizando la pertenencia comunitaria. Cada presente llevaba un significado más profundo: herramientas para la misión, instrumentos de servicio, símbolos de solidaridad. El padre Attard respondió ofreciendo el tradicional “Buenos días” salesiano a los estudiantes, ese saludo típicamente salesiano que transforma un sencillo pensamiento en un momento de acompañamiento pastoral y aliento.

Eucaristía solemne: el corazón de la misión

A las 12:30, más de trescientas cincuenta personas ingresaron en procesión en la iglesia parroquial para una solemne celebración eucarística. La asamblea incluía no solo salesianos y miembros de la Familia Salesiana, sino también distinguidas autoridades civiles y militares: el general de la Legión Liguria, el comandante provincial de los Carabineros de Génova y numerosos funcionarios más —testimonio del profundo impacto de la presencia salesiana en esta ciudad industrial portuaria durante más de ciento cincuenta años—. La misa se convirtió en un momento de profunda comunión, uniendo el agradecimiento por las gracias recibidas con las oraciones por los futuros misioneros y por la obra continua entre los jóvenes, especialmente los más pobres y vulnerables.

Inauguración del Museo de las Expediciones Misioneras

El punto culminante de la tarde llegó a las 13:30 con la inauguración del Museo de las Expediciones Misioneras, un espacio meticulosamente diseñado para “ayudar a los visitantes a agradecer, repensar y relanzar la obra misionera”. La ceremonia contó con una notable lista de oradores. El arzobispo de Génova, monseñor Marco Tasca, abrió el acto, seguido por el representante del alcalde de Génova, que habló en nombre de la ciudad. El director de los Museos del Mar de Génova añadió su saludo institucional antes de que los creadores del museo —el padre De Ruvo y la arquitecta Valentina Calabrese— explicaran su visión para este espacio único.

Posteriormente, la Madre General HMA y el Rector Mayor compartieron sus reflexiones, subrayando la relevancia actual del valor y la generosidad misioneros en el complejo mundo contemporáneo. “Nos sentimos honrados como Obra de Génova Sampierdarena de acoger a las máximas autoridades de la Congregación Salesiana junto a los nuevos y valientes misioneros, porque son ejemplo y estímulo para hacer de nuestra vida un don de amor”, afirmó el padre Sergio Pellini, director del Instituto Don Bosco de Génova Sampierdarena.

El corte de cinta ceremonial abrió las puertas a una exposición cuidadosamente curada que recorre ciento cincuenta años de aventura misionera salesiana. Los visitantes recorrieron las salas con evidente aprecio y emoción, impresionados por las historias de sacrificio, alegría y servicio transformador que se conservan en su interior.

Espíritu de familia y comunión fraterna

Tras la visita al museo, los presentes se reunieron en el comedor de los estudiantes para compartir un almuerzo fraterno que representó de manera viva el espíritu de familia que está en el corazón de la vida salesiana. El ambiente cordial, lleno de calidez, risas y conexiones genuinas, reflejó lo que muchos participantes describieron como una experiencia auténtica de hospitalidad salesiana.

“Todo se realizó verdaderamente en espíritu de familia, y todos los invitados valoraron profundamente esta cordialidad, este amor”, señaló un participante, capturando el sentimiento que impregnó toda la jornada. La celebración concluyó con una foto grupal frente al monumento a Don Bosco del Instituto antes de que los invitados regresaran a sus destinos, llevando consigo un renovado compromiso con la vocación misionera y una esperanza palpable para el futuro.

Un viaje de tres días de renovación

Las celebraciones del 12 de noviembre representaron el punto culminante de una conmemoración de tres días cuidadosamente preparada. El lunes 10 de noviembre, el Cine Don Bosco había acogido proyecciones de documentales misioneros que hicieron revivir de manera vívida las misiones más lejanas. El martes 11 de noviembre —la fecha exacta del adiós de Don Bosco a sus primeros misioneros en 1875— se realizó una solemne vigilia de oración en la iglesia de San Gaetano, enriquecida con interludios musicales interpretados por el maestro Stefano Mhanna. Estos momentos preparatorios crearon un ambiente espiritual de oración, reflexión y creciente expectación que alcanzó su plenitud en las conmemoraciones del miércoles 12.

Una herencia viva en una ciudad industrial

El propio Instituto Don Bosco de Génova-Sampierdarena encarna el espíritu misionero celebrado. Fundado por san Juan Bosco en 1872 —solo tres años antes de aquella primera expedición misionera—, el instituto fue estratégicamente situado en un barrio obrero e industrial para servir a los hijos de los trabajadores y de los pobres. Durante ciento cincuenta y tres años, la obra ha continuado sin interrupciones, adaptándose a los cambios de época y permaneciendo fiel a su carisma fundacional.

Hoy, decenas de educadores acompañan a unos doscientos niños de la escuela primaria y secundaria básica, a cuatrocientos cincuenta jóvenes en los programas de formación profesional, a doce residentes de la comunidad educativa territorial y a seiscientos jóvenes en los programas deportivos del oratorio. Estos jóvenes representan unas treinta nacionalidades y convierten al instituto en un laboratorio vivo de la misión intercultural que comenzó cuando aquellos primeros diez salesianos zarparon hacia la Argentina para servir a los hijos de los inmigrantes italianos.

InfoANS

ANS - “Agencia iNfo Salesiana” - es un periódico plurisemanal telemático, órgano de comunicación de la Congregación Salesiana, inscrito en el Registro de la Prensa del Tribunal de Roma, Nº. 153/2007.

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