Inicialmente fue acogido en Muscat, Omán, y el mismo día partió rumbo a Italia aterrizando en el aeropuerto de Ciampino (Roma), trasladándose a la Comunidad Salesiana del Vaticano, donde actualmente es hospedado.
El P. Tom es natural del estado indiano de Kerala, y actualmente tiene 59 años de edad. En el momento del secuestro se encontraba cuatro años en Yemen como misionero salesiano, en una misión iniciada por su tío, el P. Mateo Uzhunnalil.
El P. Tom fue secuestrado por un grupo de hombres armados el 4 de marzo de 2016, durante un ataque a la casa de las Religiosas Misioneras de la Caridad de Adén, en Yemen, donde murieron 16 personas, entre ellas 4 religiosas.
Inmediatamente después del secuestro, que no fue declarado abiertamente ni reivindicado por algún grupo terrorista o militar; por el Padre Tom se movilizaron muchas personas e instituciones a nivel mundial. Apelaciones, Vigilias de oración, y manifestaciones de cercanía y solidaridad, desde simples cristianos como de personalidades importantes, pero sobre todo del mismo Papa Francisco, que el 10 de abril de 2016, después de rezar el Regina Coeli, hizo un llamado para que sea liberado.
Un papel destacado en todo esta situación lo tuvo la Ministra de Relaciones Exteriores de la India Sushma Swaraj y otras personalidades como el Vicario Apostólico de Arabia del Sur Mons. Paul Hinder, la Conferencia de los Obispos de la India, dirigido por el Presidente de los Obispos de la Conferencia Episcopal, el Cardenal Baselios Cleemis Thottunkal, los obispos del estado de Kerala, que instaron reiteradamente al Gobierno de la India; y los salesianos de la Inspectoría de Bangalore responsables de la misión en Yemen.
El destino del misionero de la India era por mucho tiempo incierto y no se tenían noticias válidas. Incluso, en las proximidades de la Pascua de 2016, se comenzó a difundir rumores sobre la voluntad de que sus captores pudiesen crucificarlo el Viernes Santo, rumores que encontraron un gran revuelo en las redes sociales.
Durante el mes de julio de 2016, en la página de Facebook del P. Tom, aparecieron imágenes que parecían retratarlo en un mal estado de salud, con los ojos vendados y golpeados. Pero la autenticidad de esas imágenes fueron cuestionadas inmediatamente por sus hermanos de la Inspectoría de Bangalore, y poco tiempo después la página de Facebook fue clausurada.
Durante estos meses los secuestradores publicaron dos vídeos. El primero fue el mes de diciembre de 2016 y el segundo el mes de mayo de 2017. En estos videos el P. Tom expresa haber sido "olvidado" por todos y pidió el Papa y a los católicos del mundo actuar con premura para lograr su pronta liberación.
La Congregación Salesiana se informó hace unos meses que se estaban realizando algunos contactos con los secuestradores y se mantuvo en contacto permanente con las autoridades involucradas para su liberación, pero sin mayores detalles.
El nombre del P. Tom, aun con el paso del largo tiempo sin saber nada y la desconfianza por encontrarlo vivo; nunca fue olvidado por la plegaria de sus hermanos salesianos del mundo, por la Familia Salesiana, por la Religiosas Misioneras de la Caridad que habían colocado la foto del misionero en la misma tumba de Santa Teresa de Calcuta, como exigiendo su intervención.
Luego de 18 meses, una noticia ha recorrido el mundo: ¡El Padre Tom Uzhunnalil ha sido liberado! Se puede constatar que el rostro de este misionero está demacrado, su cuerpo malherido, pero sereno y en la paz con Dios. El P. Ángel Fernández Artime, Rector Mayor de los Salesianos afirmó, luego de un encuentro fraterno: "El padre Tom es un testimonio de fe para el mundo, para la Iglesia y para los jóvenes"
