En Tappita, donde los salesianos han reactivado recientemente una misión, vivimos de la agricultura y el ritmo de las estaciones y las precipitaciones depende de la calidad y cantidad de la cosecha. Las lluvias también traen “efectos secundarios” menos agradables, especialmente en el campo de la salud, la vivienda y el transporte. En algunos momentos, tienes la impresión de que la vida se detiene... ¡pero no! La vida continúa, la lucha se hace más difícil, pero no se rinde.
Si en Italia está el “Estate Ragazzi”, en Liberia y Sierra Leona se organiza el “Holiday Camp”. La esencia sigue siendo la misma: con las escuelas cerradas en julio y agosto, los muchachos tienen más tiempo libre y dejan las escuelas. En cambio con estos campos para los muchachos se les ofrece una propuesta educativa que los aleja de la inactividad, de la calle y del ocio.
Realmente en Tappita los niños nunca están parados. Incluso durante el año escolar, después de la escuela o el sábado, siguen a los adultos a los campos, venden agua, dulces, galletas... De esta manera ayudan a la familia a proporcionar algo para poner en el estómago antes de ir a dormir.
Los salesianos organizaron un curso para capacitar a los animadores, ofreciendo propuestas necesarias para el servicio y la atención a los muchachos. Se les ofrece un tiempo lleno de 9.00 a 05 de la tarde, de les ofrece el almuerzo, se les da lecciones escolares en materias más relevantes, aprenden algunas actividades prácticas, como computación, dibujo, música, baile, preparación de postres, sastrería y costura. También se les forma para la socialización con talleres de juego común, concursos, competiciones de baile y actuaciones según los diversos grupos culturales. Todas las actividades se enmarcan en un esquema de puntaje para los cuatro equipos en los que se dividieron los participantes. Al final del "Holiday Camp", se les entrega los premios para todos.
La conclusión es unánime y surge una idea: “¡Una experiencia única! Lástima que no duró mucho, debería durar los dos meses de vacaciones”, dicen algunos de los animadores y jóvenes.
En lo que se refiere a la vida comunitaria de los salesianos, la Inspectoría de África Occidental Anglófona (AFW) organiza los Ejercicios Espirituales que se convierten en una oportunidad para detenerse por un momento, rezar, reflexionar y verificar si la vida personal se está llevando bajo un proyecto religioso salesiano. Estos momentos están llenos de fraternidad.
