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RMG – Sesquicentenario del nacimiento del Siervo de Dios Ignazio Stuchlý

12 Diciembre 2019

(ANS - Roma) – El 14 de diciembre se cumple los 150 años del nacimiento del Siervo de Dios Ignazio Stuchlý, que nació en 1860 en Bolesław, que en aquel entonces formaba parte del Imperio Austrohúngaro.

Sus padres tenían una fe inquebrantable y el pequeño Ignacio estaba empapado en este clima. Desde la escuela primaria, Giovanni Kolibaj, su excelente maestro, le habló del sacerdocio y sintió su encanto. Este sueño comenzó a realizarse a los 22 años, cuando se dirigió a los Salesianos y fue Don Rúa quien lo acogió en Turín. Su ardiente deseo era ir a las misiones, pero un día Don Rúa le dijo enigmáticamente: “¡Tu misión será en el norte!”

Primero fue enviado a Gorizia, entonces era una ciudad que pertenecía al Imperio Austrohúngaro. Enseña en los internados y al mismo tiempo estudia Teología. En 1901 fue ordenado sacerdote. Aunque mantuvo muchos compromisos y trabajos pastorales, se empezó a hablar de él como director espiritual y confesor.

En 1910 fue enviado a Ljubljana (Eslovenia), y en tiempos difíciles consiguió dar de comer a muchos muchachos, apoyar en el noviciado y concluir el santuario.

En 1925 sus superiores lo enviaron a Perosa Argentina (Turín) para comenzar a trabajar a favor de los aspirantes de Bohemia y Moravia. Allí pasó tres años en una situación de gran pobreza y cuando se hizo necesario trasladar a estos jóvenes a su patria, él seguía a cargo. Se fue a Frysˇták (República Checa).

Un desarrollo vocacional exitoso llevó a los superiores a hacer de Checoslovaquia una inspectoría autónoma. El P. Stuchlý fue su primer Inspector. Era el año 1935. En pocos años la nueva Inspectoría floreció: después de cuatro años, había unos 400 salesianos. Cuando la Inspectoría checoslovaca fue dividida en dos (Eslovaquia y Bohemia-Moravia), el P. Stuchlý seguirá siendo responsable de esta última.

Con los nazis y la Segunda Guerra Mundial llegaron años terribles: casas confiscadas, salesianos enviados a trabajos forzados. El “abuelo” (como se le llamaba al P. Stuchlý) era el punto de referencia seguro, fortaleciendo la fe y la esperanza en los hermanos y trabajando con caridad hacia los más débiles.

Con el advenimiento del comunismo, las obras salesianas fueron confiscadas, los hermanos fueron reclutados y otros se dispersaron. De repente, el P. Stuchlý vio destruida la obra a la que había consagrado su vida. Cuarenta días antes de la fatídica “Noche de los Bárbaros”, en marzo de 1950, tuvo un derrame cerebral. Pasó los últimos tres años de su vida atendido y cuidado en la casa de reposo de Zlín, luego en Lukov.

La gran estima que siempre había despertado en sus superiores y su gran capacidad de amar y ser amado, floreció más que nunca en una reputación de santidad. Murió pacíficamente la noche del 17 de enero de 1953.

La Causa de beatificación del P. Stuchlý continúa y es inminente el reconocimiento de las virtudes heroicas.

Más información en la página web: https://istuchly.cz/

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