Quien ha conocido la Venezuela de hace pocos años, y la visita en estos últimos; definitivamente no la reconoce. Venezuela fue durante décadas el país más rico de Latinoamérica. Gracias a sus enormes riquezas naturales y, en particular, a sus exportaciones de petróleo, se mantuvo a la cabeza de Latinoamérica entre los grandes países. Sin embargo, el colapso político, económico y social de los últimos años ha hundido el país en la clasificación regional y, según los datos y estimaciones del FMI, es ya uno de los más pobres de Latinoamérica en términos de PIB por habitante.
De acuerdo con cifras de la ACNUR, hay más de 4,5 millones de migrantes y refugiados venezolanos. Colombia es el primer país que recibe más venezolanos, cerca de 1,3 millones. El Perú es el segundo con cerca de 768.148. Frente a esta situación, los salesianos en Magdalena del Mar, Lima, han abierto un hogar para los jóvenes que llegan al Perú donde le ofrecen casa y comida.
Frente a la gran cantidad de venezolanos el Ministerio de Relaciones Exteriores ha pedido a los salesianos firmar un convenio y hacer uso de los ambientes en el Instituto Salesiano de Breña, Lima, para crear oficinas temporales y atender a los migrantes y se tiene programado recibir un promedio de 1000 personas al día.
El P. José Valdivia, SDB, Ecónomo Inspectorial de la Congregación Salesiana, y responsable de la Casa para los jóvenes Venezolanos, explicó que el acuerdo de cooperación se dio a través del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), aliado estratégico de los Salesianos y del Ministerio de Relaciones Exteriores. Así mismo, sostuvo que un 80% de los solicitantes para permanecer en Perú son venezolanos.
Unidos a esta causa, los jóvenes que pertenecen a la Casa Don Bosco para jóvenes migrantes y refugiados venezolanos que viven en el distrito de Magdalena del Mar, ayudaron en la implementación de las oficinas. Durante cuatro días los jóvenes venezolanos trabajaron arduamente con el apoyo de algunos representantes de ACNUR para crear espacio que serán las oficinas para atender a los migrantes y refugiados.
Es un convenio que refleja el compromiso de la Congregación Salesiana con la difícil situación que viven miles de migrantes jóvenes de Venezuela.
