Asia del Sur - Un “efecto Pascua” ecológico: de corazones rotos a corazones ardientes
Featured

22 Abril 2022

(ANS) - El emotivo discurso del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en la cumbre COP26 destacó la urgencia de la situación climática. "Nuestra dependencia de los combustibles fósiles está llevando a la humanidad al límite. Nos enfrentamos a una elección clara: o la detenemos o ella nos detendrá. ¡Es la hora de decir basta! Basta ya de brutalización de la biodiversidad. Basta quemar, talar y cavar aún más profundo. Estamos cavando nuestras tumbas”. Y las heridas sangrantes en la Madre Tierra crean una sensación de laceración en nosotros.

Miremos por un momento la Primera Semana Santa. Las experiencias de las personas que rodearon a Jesús desde el momento de su entrada en Jerusalén hasta su sepultura fueron prácticamente las mismas: una sensación de laceración, impotencia y desesperación. La persona que les había enseñado, los había escuchado, que comía con ellos, los había curado..., ahora ya no estaba con ellos. Había traído tanta esperanza cuando estaba vivo, pero parecía que todo se hacía añicos en la cruz.

Sin embargo, el efecto Pascua cambia la vida. Los corazones quebrantados y desalentados se han transformado en corazones ardientes y valientes. Al igual que nosotros, personas de Pascua, hoy deberíamos dar un "efecto Pascua" a nuestras perspectivas y enfoques de la crisis ecológica. Exactamente como:

- Los discípulos de Emaús, que después de reconocer al Señor resucitado, no pueden quedarse con el fuego, sino que retornan casi siete millas para compartir la verdad y la energía encontrada. "¿No ardía nuestro corazón en nuestro pecho mientras conversaba con nosotros?" (Lc 24,32)

- Saulo, el perseguidor, que tras el encuentro con el Señor resucitado se convierte en Pablo, el apóstol de las gentes. "Esto es para que yo pueda conocerlo a Él y el poder de su resurrección". (Filipenses 3,10)

- Los primeros cristianos, eran una auténtica "comunión de los creyentes": "Todos los que se habían hecho creyentes estaban juntos y tenían todo en común; el que tenía propiedades y sustancias las vendía y compartía parte de ellas con todos, según las necesidades de cada uno”.

Los episodios de Pascua nos muestran las perspectivas correctas sobre las decisiones que debemos tomar para traer la vida al el mundo y difundir la verdad. Aplicamos estas enseñanzas a favor de la protección de nuestra Casa Común.

Nos inspiramos en San Francisco de Asís. Él en lugar de la imagen tradicional de "administración" de la Creación, identifica con ella una relación de parentesco: todas las criaturas son nuestros hermanos y hermanas y la Creación es algo más que algo que simplemente tenemos que dominar, ya que anuncia el dominio de su Creador. El "Cántico de las Criaturas" de San Francisco es verdaderamente admirable, porque en él se alaba a Dios no sólo como Creador de todas las cosas, sino también a través de las mismas criaturas. Todo, para San Francisco, es espejo de la belleza de Dios; y esta es precisamente la actitud del corazón ardiente, que sintió al Señor resucitado.

Incluso elegir un estilo de vida sencillo significa compartir una de las opciones hechas por el Hijo de Dios y así entrar en el mundo amable de Jesús. La sencillez como elección es un signo sorprendente de contradicción en un mundo basado en la búsqueda de la riqueza y sus comodidades. La riqueza y la codicia a menudo colocan a las personas en una posición espiritualmente precaria, dándoles una falsa sensación de independencia. En esa perspectiva, la Madre Tierra ya no es vista como viva y proactiva, sino como una mercancía que se puede usar y desechar como uno quiere y la libertad humana se equipara con la libertad de explotar la naturaleza y acumular riqueza.

Sabemos bien que el grito de la Tierra y el grito de los pobres está interconectado. Para muchos, en efecto, la pobreza no es una opción de vida, sino un destino impuesto. En cuanto pueblo pascual estamos llamados, como primera comunidad cristiana, a compartir los dones de la vida y a aliviar el sufrimiento de los demás. El concepto de "devolver" siempre ha sido una motivación muy fuerte para aquellos que han experimentado al Señor resucitado. Y recordemos que todo el mundo, en cualquier estado y condición de vida, tiene algo que dar.

Hoy en día, la mayoría de las personas en el mundo son conscientes de la crisis ecológica, especialmente del efecto del calentamiento global. Pero si esta conciencia ecológica no se motiva adecuadamente y no se traduce en acción, queda como una piadosa ilusión. El Papa Francisco insiste: "Es muy noble asumir la tarea de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas... La responsabilidad ambiental puede fomentar diversos comportamientos que tienen un impacto directo e importante en el cuidado del medio ambiente: evitar el uso de material plástico o papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que razonablemente se pueda comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar el transporte público o compartir el mismo vehículo con otras personas, plantar árboles, apagar las luces que no se usan, etc.

Todo esto es parte de una creatividad generosa y digna, que muestra lo mejor del ser humano” (Laudato Si’, 211).

Volviendo a la declaración del Secretario General de la ONU, debemos tomar decisiones conscientes para reducir el uso de combustibles fósiles, cambiar nuestras costumbres para reducir el calentamiento global y hacer campaña por un decidido "No" al plástico. Estas decisiones pueden no ser convenientes para nosotros de inmediato, pero hoy estamos llamados a recorrer esas millas adicionales, como lo hicieron los discípulos de Emaús, para difundir la verdad y traer nuevamente la vida.

Este año, el Día Mundial de la Tierra, fijado para el 22 de abril, cae en la Octava de Pascua. Que esta Pascua transforme nuestros corazones rotos en corazones ardientes, cuidando con compasión la Casa Común.

Don Ricopar Royan, SDB

Coordinador regional de Don Bosco Green Alliance para el Sur de Asia

InfoANS

ANS - “Agencia iNfo Salesiana” - es un periódico plurisemanal telemático, órgano de comunicación de la Congregación Salesiana, inscrito en el Registro de la Prensa del Tribunal de Roma, Nº. 153/2007.

Este sitio utiliza cookies, para mejorar la experiencia del usuario y por motivos estadísticos. Al entrar en esta página declaro que estoy de acuerdo con el uso de cookies. para saber más o negarse a usar este servicio has clic en el botón "Más informaciones"