República Democrática del Congo – Adela, Elizabeth, Florencia... Historias de “valientes madres”
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09 Mayo 2019
En la foto: Adela con dos de sus hijos

(ANS - Bukavu) - Con motivo del Día de la Madre, que se celebra en muchas partes del mundo en el mes de mayo, presentamos retratos de algunas “madres valientes” de Bukavu: madres sufrientes, que intentan avanzar por el bien de sus familias. Todas estas mujeres pertenecen a la AVEC (Association Villageoise d'Epargne et Crédit - Asociación de ahorro y crédito en las aldeas), que son un grupo de apoyo mutuo de mujeres, de los cuales el Centro Don Bosco de Bukavu (CDB) es el promotor.

ADELA, madre de 6 hijos, 3 niños y 3 niñas, vive en una pequeña casa con un dormitorio y una sala y el piso es de tierra. Tres de sus hijos tienen dificultades para estudiar y uno de ellos está en edad escolar pero debe quedarse en casa por falta de dinero. Su marido es un militar que tuvo un accidente el 2015 y sigue en el hospital. Solía vender carbón en el barrio, pero tenía que usar todo su capital para pagar la escuela de sus hijos. Actualmente, está a la espera de que el salario de su marido.

ELIZABETH, nacida en 1954, cultiva la tierra y es viuda a causa de la guerra. Tiene 8 hijos, pero hoy solo tiene una hija que vive con ella. Elizabeth vive con su hija y sus 10 nietos. Dos de los nietos son ayudados por el Casa Don Bosco. En casa de la Sra. Elizabeth se vive en condiciones precarias, donde no existe ni siquiera un colchón. Su deseo es aumentar la venta de frijoles para que de esta manera pueda ayudar a sus nietos y a su propia hija.

FLORENTINE vivía en Burega con su marido. Su esposo fue asesinado en la masacre de Kasika. Su casa fue quemada y Florentine tuvo que huir con sus 7 hijos, llevando cicatrices y dolor. Fue víctima de abuso sexual y recibió asistencia en el hospital de Panzi (donde trabaja el Dr. Denis Mukwege, Premio Nobel de la Paz 2018). Vive en una pequeña casa alquilada, pero se arriesga a ser desalojado y no sabe adónde ir. Entre sus 7 hijos, uno vive en la calle y otro ha desaparecido. Mamá Florentine solía vender combustible, pero ahora no puede hacer nada por falta de dinero.

En los grupos AVEC, los participantes acuerdan depositar 1000 francos congoleños (alrededor de 0,60 euros) y 200 FC en un fondo de solidaridad (en caso de enfermedad, muerte...) es un fondo común cada semana. Después de un tiempo, pueden solicitar un crédito para iniciar un negocio y así atender las necesidades básicas de la familia. Las madres que hemos presentado en este artículo forman parte de los grupos AVEC, pero a menudo no pueden si siquiera encontrar el dinero que se les asigna y pedir ayuda al Centro Don Bosco. 

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