La realidad de Ngimbi y de sus compañeros
Un tubo de goma en manos de un muchacho de Côte-Matève (República del Congo) se convierte en un aro, utilizando un trocito de madera para unir sus extremos. Es un residuo, un objeto roto y abandonado, rápidamente conquistado para transformarlo en un trofeo o en un juego. Pero es también algo más: un instrumento para atraer la atención de quien mira y toma la fotografía. Por ahora Ngimbi tiene en la mano solamente un objeto recuperado entre la basura; mañana tendrá un bolígrafo y cuadernos para construir su futuro. Él representa a uno de los trescientos cincuenta niños que serán acogidos en la escuela primaria que los misioneros de Don Bosco quieren construir precisamente en Côte-Matève.
El proyecto solidario de los salesianos
La capital económica de la República del Congo, Pointe-Noire, es conocida por su importancia estratégica en el ámbito comercial e industrial; es uno de los principales polos de desarrollo del África central gracias al aprovechamiento de los recursos naturales y a la actividad portuaria, pero es también un lugar de profundas desigualdades sociales, con zonas periféricas en rápida expansión urbanística pero privadas de las infraestructuras básicas. Uno de los barrios más afectados por este desequilibrio es Côte-Matève, donde se registra una alta densidad de población, un crecimiento demográfico acelerado y una grave carencia de servicios fundamentales: agua potable, electricidad, estructuras escolares, centros sanitarios, sistemas de transporte público.
Aquí, la falta de estructuras educativas es una de las emergencias más dramáticas. Los niños y adolescentes, que representan la franja más amplia de la población (el 58% de los habitantes tiene menos de veinticuatro años, y nada menos que el 43% está constituido por menores de edad), ven sus derechos sistemáticamente negados. Asistir a la escuela, para muchos de ellos, es un privilegio inaccesible. La actual red escolar no es capaz de responder a la demanda creciente: muy pocos edificios, docentes insuficientes, ambientes inadecuados.
Ante esta realidad, los salesianos, presentes en el país desde 1959, es decir, desde un año antes de que se hiciera independiente, no pueden permanecer inertes. En Côte-Matève quieren realizar una nueva escuela primaria, capaz de acoger al menos a trescientos cincuenta alumnos, de entre seis y doce años, provenientes de contextos de vulnerabilidad socioeconómica, garantizándoles ambientes adecuados, una estructura segura y materiales didácticos apropiados. El complejo escolar comprenderá:
- diez aulas didácticas con una capacidad de treinta y cinco alumnos por aula
- salas destinadas a oficinas, sala de profesores y espacios de coordinación
- servicios higiénicos funcionales y seguros
- bancos, sillas, mesas, armarios y estanterías.
La implicación de empresas y mano de obra locales representa además una oportunidad importante de desarrollo económico de toda la comunidad, generando empleo y transferencia de competencias. Los misioneros quieren contrarrestar las dificultades de acceso a la instrucción para centenares de niños, reducir el abandono escolar, mejorar la calidad de la enseñanza y fortalecer la comunidad mediante la participación activa de las familias.
El llamado de Missioni Don Bosco
Por este motivo, en la víspera del concierto, el presidente de Missioni Don Bosco, el padre Daniel Antúnez, SDB, compartió un significativo mensaje. “Ahora Ngimbi tiene delante perspectivas nuevas (...). En el pasado se le hicieron promesas que no se cumplieron, pero ahora percibe que puede superar su propia condición de vulnerabilidad. El futuro que se le ha anunciado no prevé regalos ilusorios, sino el don de la escuela: nos corresponde permitirle atravesar ese muro invisible que lo separa de la esperanza, garantizarle que la invitación de los adultos es real, asegurar continuidad al cuidado, suyo y de los amigos con los cuales pasa las jornadas inventando pasatiempos y juguetes con materiales de descarte”.
Concluye el padre Antúnez: “Con este Concierto de Navidad, que es un himno a la Belleza y a la Esperanza, podemos estar realmente cerca de él con una propuesta cargada de perspectivas concretas. Una vez más, en este tiempo de Jubileo de la Esperanza, las melodías que escucharemos en el auditorio podrán resonar en los oídos también de Ngimbi y de tantos otros niños y niñas junto con él allí en Côte-Matève. Gracias a vuestra generosidad, gracias por creer siempre en la Esperanza”.
El Concierto de Navidad en el Vaticano 2025
Grandes estrellas internacionales del pop, del rock, del soul, del góspel, de la lírica, junto con coros de niños, coros góspel y folklóricos, se presentarán en vivo acompañados por la Orquesta Italiana del Cine para celebrar juntos la fiesta de la Navidad en un concierto que propone nuevamente los motivos más clásicos y más evocadores de esta celebración.
El evento del concierto estará precedido, en la mañana de ese mismo sábado 13, por una rueda de prensa de presentación que tendrá lugar en el Colegio Teutónico en el Vaticano, a las 13:30 (UTC+1).
El propio concierto, por su parte, será grabado en directo y será retransmitido por la cadena nacional italiana Canale 5 en la noche del 25 de diciembre.
Para más información, se pueden visitar los sitios: https://www.concertodinatale.it/ y www.missionidonbosco.org
