Ya en 2016, como parte de su visita a Azerbaiyán, el Papa Francisco había visitado la misión dirigida por los salesianos de Eslovaquia. Por tanto, este evento representa una segunda ocasión para recibir al Santo Padre.
El padre Peter Timko, Inspector de Eslovaquia, ve esta visita como una gran fuerza humana y espiritual. “Para nosotros es una grata sorpresa. El Papa Francisco es un verdadero maestro con las sorpresas. Por supuesto, no es de extrañar que en sus visitas siempre favorezca a los más pobres. Para nosotros los Salesianos, la novedad es que vendrá al Luník IX, donde trabaja una de nuestras comunidades. Espero con ansias esta visita y estoy muy agradecido”.
El Director de la obra de Luník IX, el padre Peter Veselsky, en sus palabras subraya la sensibilidad del Pontífice hacia las personas más marginadas. “Después de enterarme de la llegada del Papa Francisco a Eslovaquia y especialmente a Košice-Luník IX, recordé el día de su elección, cuando dijo que los Cardenales habían ido hasta el final del mundo para encontrar al Papa. Y ahora, Francisco que vino desde el final del mundo, en su pontificado busca a la gente que vive en el final del mundo. Así él también nos sorprendió, porque también quiere venir al Luník IX. Los gitanos viven a menudo aislados de los demás y el Santo Padre viene a reducir este aislamiento y a tender puentes, para que también los gitanos se sientan miembros de la sociedad, miembros de la Iglesia”.
El padre Peter Bešenyei, hablando de la visita del Papa Francisco, quiso enfatizar sobre todo el deseo del Pontífice de ir a Luník IX, “donde nadie quiere venir”.
El padre Peter explica: “Es difícil encontrar maestros para Luník IX, es difícil encontrar sacerdotes disponibles para trabajar allí. En cambio, el Santo Padre llega a este entorno difícil, porque a las periferias las quiere. Viene a Kosice-Luník IX por las personas que viven en este suburbio”. Según el padre Peter Bewenyei, la visita del Pontífice también fomentará la aceptación mutua. “A veces sentimos una tensión entre mayorías y minorías - dice - y el Santo Padre es quien tiende puentes. Espero que nos ayude a estar más disponibles para el perdón mutuo”.
Finalmente, el padre Besenyei se detiene en las dificultades de la pastoral de los gitanos y en las expectativas: “Durante muchos años hemos tratado de evangelizar a los gitanos y no es nada fácil. Avanzamos con pequeños pasos. Por tanto, espero que el Santo Padre nos traiga más esperanza para este camino”.
Los Salesianos de Don Bosco han estado trabajando en Kosice, entre los romaníes, en el distrito de Luník IX (población de unos 4.300 romaníes) desde julio de 2008, cuando también se hicieron cargo de la construcción del centro comunitario. La Iglesia de Cristo Resucitado fue consagrada en 2010 y el centro comunitario se inauguró en 2012 con la bendición del entonces Rector Mayor, el padre Pascual Chávez.
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