El día comenzó con la celebración de la Santa Misa en el noviciado de Poprad, donde el P. A. F. Artime admiró con entusiasmo las montañas cercanas Vyské Tatry, cubiertas con una ligera nevada.
Se trasladó luego a la Casa Salesiana de Nová Dubnica, y por la tarde se reunió con un centenar de salesianos de las comunidades de la parte occidental de Eslovaquia. “¡Mamma mia, quanti Salesiani!”Se expresó con alegría el X Sucesor de Don Bosco al comienzo de la reunión.
En conversación franca y amable, que duró más de tres horas, el Rector Mayor compartió con ellos algunos de los retos y las prioridades de la Congregación. Indicó y destacó una vez más que la prioridad número uno es cuidar las vocaciones de cada uno de los hermanos. Estar con sus hermanos, tener el coraje de demostrar afecto, asegúrese de que todos los miembros de la comunidad se sientan felices y serenos”. “Mi sueño es ver a una congregación de Salesianos maduros y felices”.
Hablando de la variedad de las obras de la Inspectoría el P. A. F. Artime ha reiterado firmemente la dimensión profética en especial con la presencia salesiana en la periferia de la Iglesia: en Siberia, en Rusia, y en Bakú, en Azerbaiyán, que pertenecen a la Inspectoría de Eslovaquia.
En la última noche de visita a Eslovaquia el X Sucesor de Don Bosco ha pasado de nuevo por Bratislava, donde se encuentra la Casa Inspectorial de las Hijas de María Auxiliadora (FMA). Acogido con gran afecto, como padre de la Familia Salesiana, se ha encontrado con el Consejo Inspectorial y la comunidad de las FMA.
La visita del Rector Mayor en Eslovaquia termina oficialmente la mañana de hoy, 8 de noviembre.
