La visita, que contó con la participación de la presidenta del VIS, Michela Vallarino, y del coordinador de la Fondazione Opera Don Bosco Onlus, Stefano Arosio, representa un paso importante en el camino compartido por ambas entidades en el ámbito de la cooperación internacional. El objetivo de la misión fue monitorear de cerca los proyectos en curso, reunirse con los socios institucionales y locales, y valorizar el compromiso de los equipos activos en los centros de la red salesiana.
Durante la misión, se visitaron algunos de los principales centros de acogida para niños, niñas y adolescentes en situación de calle, como “Casa Magone”, centro de primera acogida, y “Casa Margarida”, estructura residencial dedicada a la asistencia y protección de la infancia más vulnerable. La delegación también hizo una parada en el centro de salud materno-infantil del hospital “Divina Providencia” de Luanda, punto de referencia para la salud en las periferias urbanas, y en el proyecto “Nutriacção”, que ha llegado a su segundo año de actividad y está orientado a la mejora de las condiciones nutricionales en comunidades en situación de fragilidad.
“Para mí fue la primera visita a Angola, ¡un país maravilloso, con gente espléndida, que a pesar de las riquezas derivadas del petróleo, el gas y los diamantes, sigue siendo uno de los países más pobres del mundo! Una tierra habitada por tantos niños y niñas, chicos y chicas con ojos grandes y perspectivas de futuro a menudo pequeñísimas”, declaró Arosio.
“La misión compartida con el VIS, en esta tierra de África, consolida y hace aún más concreta una colaboración iniciada hace ya tiempo, también a través de la coordinación de los Entes Salesianos Italianos de Solidaridad Internacional. El programa fue muy intenso, visitando varios centros salesianos polifuncionales y descubriendo cuánto trabajo hacen los salesianos junto a la delegación del VIS Angola, especialmente por los niños y las niñas en situación de calle, creando las condiciones para ofrecer a algunos de ellos oportunidades para cambiar su situación de fragilidad”, añadió el coordinador de la Fondazione Opera Don Bosco Onlus.
Un momento particularmente conmovedor fue el encuentro con los menores en situación de calle durante una actividad nocturna con el equipo “de rua” (de calle), en el malecón de Luanda: “Inolvidable, a nivel personal, la experiencia de juego, danza y diálogo con estos niños y niñas, entre los esfuerzos del día a día y la esperanza de un futuro mejor”, concluyó Arosio.
También la presidenta del VIS, Michela Vallarino, relató la experiencia vivida, que “definiría como única porque fue emocionante y al mismo tiempo útil con vistas a continuar interpretando de la mejor manera mi papel de presidenta. Ver de cerca la realidad de los niños y las niñas significa ver reflejados en sus ojos sus derechos negados, sumergirse en su resiliencia, ganas de vivir y de soñar; significa comprender cuán poco se necesita para hacerlos sentir amados y cómo se puede trabajar en red para proteger y promover estos derechos en un atisbo de futuro y esperanza”.
La Fondazione Opera Don Bosco Onlus, junto a la “Opera Don Bosco nel Mondo” de Lugano (Suiza), también está activamente comprometida en el proyecto de los talleres de “Casa Muxima”, en Catete, centro de acogida de la red Don Bosco que acompaña a los chicos en la fase final del camino hacia la autonomía.
Con esta misión, Fondazione Opera Don Bosco Onlus y VIS confirman su compromiso común por un desarrollo humano integral, promoviendo inclusión, equidad y sostenibilidad en los contextos más frágiles del mundo.
Para más información sobre los proyectos apoyados, es posible visitar el sitio www.operadonbosco.it
