“Acabamos de regresar de un reconocimiento completo hasta el Kilimanyoka para darnos cuenta de las condiciones de la población desplazada por la guerra, que aún permanece sin asistencia, sobre todo de los jóvenes y niños desplazados.
También fuimos a la parroquia de Kanyarucinya para conversar con el párroco que ya había derivado a un huérfano a nuestro centro 'Don Bosco Ngangi'. Es difícil -al encontrarnos impotentes- presenciar la miseria a la que se ven obligadas tantas personas inocentes. Hay más de 2.500 familias desplazadas y sin hogar.
Por eso les pido, queridos hermanos que están en Goma, que estén abiertos y disponibles, según sus posibilidades (y como comunidad), para hacer algo por los jóvenes desplazados, en colaboración con la Oficina de Proyectos de la Delegación AFC-EST.
Ha llegado el momento en que debemos salir al encuentro de los jóvenes, nuestros destinatarios, en las periferias existenciales. Les invito a que vayan y los vean por sí mismos para que puedan darse cuenta.
Y al mismo tiempo, les pido que estén atentos y eviten salir de noche, porque la guerra ya está a menos de 40 km de Goma. Unámonos en oración por la paz en el oriente de nuestro país.
Padre Aurélien Mukangwa, Delegado para AFC-ESTE".
Al concluir este llamamiento, los misioneros salesianos en la República Democrática del Congo comentan y relanzan: “Demos a conocer esta situación y según nuestras posibilidades, llevemos ayuda humanitaria y pidamos la paz en la región de los Grandes Lagos. Recemos sea por las víctimas de esta situación, como por los que están en el poder”.
https://www.infoans.org/es/component/k2/item/16594#sigProIdc3a9d1dc5d