La eucaristía para comenzar
La jornada comenzó con una celebración eucarística presidida por el padre Jacinto Dias, quien se inspiró en sus experiencias misioneras en Sudáfrica para motivar a los jóvenes. Los exhortó a reorientar su vida, poniendo a Dios en el primer lugar, subrayando la justicia divina, la misericordia y la importancia de una renovación espiritual constante. La misa fue concelebrada también por el padre Clive Telles, inspector de la Inspectoría INP, junto al padre Ronald Vaz, el padre Sheldon Fernandes y el padre Julius Rasquinha, como testimonio del compromiso salesiano con la formación de los jóvenes a través de la fe y el contacto con la naturaleza.
Construir lazos a través de la risa y el juego
Después de la misa, los participantes fueron divididos en diez equipos identificados por diferentes colores para participar en actividades de formación de grupo, guiadas por el padre Ralin De Souza. Los juegos, diseñados para romper barreras sociales y fomentar la colaboración, transformaron rápidamente a desconocidos en compañeros de equipo. El ambiente se llenó de risas y alegría, mientras el espíritu competitivo sacaba el lado lúdico de cada uno. “La energía era contagiosa”, relató un participante de Panjim, destacando la rapidez con la que se forjaron vínculos.
De las palabras a los hechos: el desafío medioambiental
Uno de los momentos más destacados del día fue la iniciativa de reforestación ecológica. Los jóvenes pasaron de la reflexión sobre la ecología a la acción concreta. Guiados por el padre Sredny Antao, responsable de la granja educativa salesiana de Sulcorna, recibieron instrucciones prácticas sobre el cultivo de plantines – desde la distancia entre injertos hasta la preparación del terreno y el cuidado de las raíces – con atención especial al cultivo de la nuez de areca. A pesar de la lluvia, los jóvenes se arremangaron, mezclaron compost y plantaron los arbustos con dedicación.
Algunos grupos, acompañados por el padre Lawrence Monteiro, director de la casa salesiana de Sulcorna, llegaron en tractor a las zonas montañosas más inaccesibles, para plantar incluso en condiciones más desafiantes. El gesto simbólico de lavarse las manos llenas de barro en un río cercano recordó con humildad el trabajo duro diario de los agricultores, dejando en los jóvenes una huella profunda y un respeto renovado por la tierra.
Redescubrir la alegría a través de la naturaleza
Por la tarde, el espíritu de aventura continuó con una caminata guiada por el padre Constantine Fernandes. El recorrido, entre colinas cubiertas de verde, campos envueltos en niebla y arroyos caudalosos, ofreció a los participantes la oportunidad de sumergirse en la belleza natural de Goa durante la temporada del monzón. Actividades de observación a lo largo del camino estimularon a los jóvenes a entrar en contacto consciente con el medioambiente. La caminata concluyó en un manantial, donde las actividades estructuradas dieron paso a la alegría espontánea. Los jóvenes jugaron libremente, redescubriendo la felicidad sencilla que nace del contacto directo con la Creación.
Un día de gratitud y transformación
En su discurso de cierre, el padre Austin Fernandes, director de Don Bosco Youth Services, expresó su profunda gratitud a todos los que contribuyeron al éxito de Connect 2.5, reconociendo el compromiso silencioso de quienes trabajaron tras bambalinas. Una oración final de acción de gracias, guiada por el padre Ronald Vaz, selló el momento, reconociendo que en la base del éxito de la iniciativa estuvo el feliz encuentro entre la Providencia divina y la colaboración humana.
Una experiencia transformadora
“Connect 2.5 fue más que un día alejados de las pantallas: fue un recorrido transformador de crecimiento comunitario, despertar ecológico y renovación espiritual. Los participantes regresaron a casa con nuevas amistades, recuerdos valiosos y un sentido más profundo de respeto por la naturaleza. El éxito del evento no se mide solo en números, sino en el cambio visible: jóvenes que pasaron de ser simples usuarios digitales a convertirse en custodios activos del medioambiente”, afirmaron los organizadores del evento.
El compromiso del Movimiento Juvenil Salesiano en iniciativas como Connect 2.5 muestra una profunda comprensión de los desafíos contemporáneos y del valor de la espiritualidad ecológica para formar jóvenes resilientes y conscientes.
Mientras las nubes del monzón se disipaban y los jóvenes se despedían entre sí, las semillas de la conversión ecológica ya estaban germinando en sus corazones, promoviendo un futuro fundado en la armonía con la Creación.
