Lanzado oficialmente el 5 de agosto de 2024, el proyecto MPE nació del compromiso de la Conferencia de los Inspectores Salesianos del Asia Sur (SPCSA) en respuesta al llamado del Capítulo General 28 y del Rector Mayor a dar prioridad “a los más pobres, a los más abandonados y desprotegidos”. La iniciativa está plenamente en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, en particular con el objetivo de “poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo lugar”.
El padre Biju Michael, Consejero para la región Asia Sur, saludó la iniciativa como una misión “carismática, profesional, transparente y basada en datos”. “Estamos justamente orgullosos de nuestro trabajo a favor de los pobres y prometemos un compromiso constante con los jóvenes más pobres”, afirmó en el informe anual. “Sigamos adelante —juntos, con fe y fuego— confiando en la abundante Providencia de Dios en cada misión para los jóvenes más vulnerables”.
Un proyecto basado en los datos
El primer año de actividad del MPE vio una extraordinaria movilización en doscientas treinta y cinco comunidades salesianas, que llevó a la incorporación de 59.776 registros para evaluar el alcance actual del servicio salesiano. Estas evaluaciones revelaron que:
- el 85% de las personas evaluadas fue clasificado como pobre, muy pobre o extremadamente pobre;
- el 71,6% tiene menos de veinticinco años, lo cual evidencia la naturaleza de una misión centrada en los jóvenes;
- el 73,9% pertenece a religiones no cristianas, demostrando la amplitud inclusiva y laica de la iniciativa;
- el 55,7% de los beneficiarios son mujeres, lo que subraya una fuerte atención a la paridad de género;
- el 51,6% de los beneficiarios vivía en áreas rurales y el 10,9% en asentamientos informales urbanos, lo cual señala también una atención específica a contextos con menos oportunidades.
Descentralizado, pero coordinado
Cada inspectoría ha nombrado un director inspectorial del proyecto (PPD) y un ejecutivo del proyecto (PE), creando así una red dinámica desde la base. Esta estructura permitió más de doscientas cincuenta visitas a las comunidades y la formación de casi mil salesianos y miembros del personal solo en el primer año. La difusión fue igualmente sólida, con treinta y ocho encuentros con directores y líderes, veintinueve sesiones con grandes grupos de participantes y la producción de treinta y seis videos de sensibilización y de inspiración para iniciativas colectivas.
Al frente de la coordinación se encuentran el padre Biju Michael, presidente de la SPCSA; el padre Tony Pellissery, coordinador del proyecto; y Neha Joseph, directora del proyecto. Ellos han acompañado a los equipos inspectoriales garantizando que los esfuerzos locales permanezcan siempre alineados con la misión general más amplia. Su liderazgo ha sido fundamental para transformar el MPE en una red bien cohesionada, en la cual cada inspectoría contribuye a la visión compartida de erradicar la pobreza.
Compromiso 2030: objetivos operativos
Mirando hacia el futuro, el MPE ha fijado objetivos ambiciosos pero realistas dentro de su marco “Compromiso 2030”:
- formar y emplear a 200.000 jóvenes en competencias profesionales (178.000ya involucrados);
- acompañar a 50.000 familias para que alcancen ingresos sostenibles (35.100 ya acompañadas);
- ayudar a 20.000 personas a salir del umbral internacional de pobreza (13.430 ya involucradas);
- acompañar a 50.000 jóvenes que no asisten a la escuela hasta la finalización de los estudios.
Ya han sido formados y empleados 43.046 jóvenes, mientras que 11.331 jóvenes que no asistían a la escuela han retomado los estudios—prueba evidente de que la misión no es solo ambiciosa, sino eficaz.
Un modelo de desarrollo basado en la fe
La revisión anual “Rewind 2025”, celebrada en Bangalore, reunió a cincuenta y cinco representantes de todas las Inspectorías para reflexionar sobre los progresos y trazar el camino a seguir. La evaluación científica del doctor Henry J. Rozario destacó los resultados alcanzados y los desafíos existentes, ofreciendo una hoja de ruta para perfeccionar el modelo salesiano de reducción de la pobreza.
Fe y estrategia en acción
A medida que las sinergias interinspectoriales se profundizan y el compromiso desde la base se amplía, el MPE está emergiendo como un faro de desarrollo guiado por la fe: donde la compasión se acompaña con los datos, y la solidaridad se fortalece con la estrategia.
En palabras del padre Michael: “Alimentados por la elevación de los pobres por parte de Dios, por el sacrificio de Jesús en la Cruz y por la opción preferencial de Don Bosco por los pobres, avancemos con renovado celo”.
Fuente: Don Bosco South Asia
