¿Alguna vez han imaginado que las botellas de plástico desechadas puedan transformarse en materiales para la impresión 3D? La máquina da a las botellas de plástico una nueva vida, transformando los desechos en materiales utilizables.
Los jóvenes inventores se destacaron en el último “SMART Community Hackathon” (Concurso para desarrolladores comunitarios SMART), competición que tiene como objetivo apoyar a las escuelas en su vinculación con las comunidades a través de la innovación social, fomentando la sensibilidad ecológica y un estilo de vida sostenible, construyendo una sociedad armoniosa y orientada al ahorro de recursos ambientales.
El día de la final, para competir por varios premios, los equipos participantes debieron mostrar sus prototipos y los esquemas de diseño y presentar sus planes de desarrollo futuro. Al final, ganaron tanto el Premio “Mejor Potencial”, como el Premio “Proyecto Excepcional”.
Pronto, los jóvenes investigadores explorarán nuevas colaboraciones con los organizadores del evento, demostrando su fuerte compromiso y el éxito de la escuela en la promoción de la educación en las disciplinas científicas (STEAM, por sus siglas en inglés).
Enfrentar la contaminación por plástico a través de la innovación
El equipo de la escuela salesiana “Aberdeen” pasó más de tres meses preparándose para el concurso, transformando ideas imaginativas en un proyecto de desarrollo sostenible galardonado. Además de recibir grandes elogios por la colaboración y la división del trabajo, los jueces también elogiaron a los estudiantes por sus presentaciones y desempeño durante la competición, reconociendo su potencial para convertirse en futuros profesionales.
Cuando se les preguntó a los estudiantes cuál fue la inspiración para su proyecto, los jóvenes premiados explicaron que habían notado que Hong Kong genera cada año decenas de miles de toneladas de desechos plásticos, siendo las botellas de plástico de un solo uso las principales responsables.
Con el aliento y el apoyo de su escuela, en particular de sus docentes tutores, pasaron rápidamente de una idea inicial a las fases de construcción de los componentes y experimentación. A lo largo del proceso, perfeccionaron continuamente los detalles y desarrollaron con éxito la máquina para el reciclaje de PET, que procesa las botellas de plástico a través de varias etapas (trituración, calentamiento, etc.) para transformarlas en materiales aptos para la impresión 3D.
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“Entre los momentos más memorables del proceso de desarrollo estuvo aquel en el que nuestro profesor nos organizó un taller sobre el medio ambiente en un centro comunitario, ya que nuestros avances iban bien”, recordó Ethan An, un estudiante de segundo año del equipo. “Explicamos nuestro concepto a los estudiantes de las escuelas primarias y promovimos la conciencia ambiental”.
Otro docente mentor, Hysan Fung, agregó que, si esta tecnología se implementara con éxito, en el futuro podría reducir significativamente los residuos plásticos y fomentar el desarrollo a largo plazo de una economía circular. “Esperamos que este proyecto pueda ayudar a difundir la idea de materiales sostenibles a más personas, y ahora los alumnos del grupo de investigación ganador del concurso están ansiosos por visitar otras escuelas primarias para demostrar y explicar su trabajo”.
Fomentar la innovación y una visión global a través de la educación STEAM
La escuela técnica salesiana “Aberdeen” lleva tiempo dedicada a cultivar el espíritu innovador y la visión global de los estudiantes a través de la educación STEAM, mejorando su creatividad y sus capacidades de aplicación. La escuela adopta enfoques de “aprendizaje basado en problemas”, para idear proyectos temáticos cercanos a la vida cotidiana. En este sentido, ha animado a los jóvenes a “Diseñar una comunidad verde”, alentando a los estudiantes a usar la ciencia, la tecnología y las matemáticas para resolver problemas prácticos.
Para apoyar las futuras necesidades de aprendizaje y carrera de los estudiantes, la escuela ofrece módulos STEAM interdisciplinarios y laboratorios de pensamiento de diseño desde la escuela media. Además, cuenta con cuarenta impresoras 3D, kits de robótica y herramientas de programación para ayudar a los estudiantes a dominar y aplicar las competencias en el diseño y la experimentación de prototipos, permitiéndoles realmente aprender haciendo.
La iniciativa, además de estar en línea con los llamados del papa Francisco sobre el cuidado de la Casa Común, apoya una visión cristiana y salesiana de la educación, donde los jóvenes son incentivados a cultivar sus talentos para el bien común, y adopta un enfoque que busca la colaboración con todas las partes interesadas a favor de iniciativas benéficas.
