El Documento final del Sínodo 2018 solicitaba que se reforzara "la actividad de la Oficina Jóvenes del Dicasterio para Laicos, Familia y Vida, también a través la constitución de un organismo de representación de los jóvenes a nivel internacional". La institución de este nuevo organismo, por lo tanto, es fruto directo de dicho Sínodo y de la voluntad el Papa Francisco que subraya con frecuencia como la contribución activa de los jóvenes sea esencial para la Iglesia.
El organismo trabajará en estrecho contacto con el Dicasterio en temas sobre juventud y los primeros 20 muchachos y muchachas seleccionados, nombrados por un trienio, fueron involucrados en el proceso sinodal y en abril de 2020 tendrán su primera reunión.
"No veo la hora de escuchar y discutir las diversas perspectivas de todo el mundo. En particular quiero contribuir con mi experiencia en el MJS. Pongamos a los jóvenes en el centro, démosle responsabilidad, confiemos en ellos y tomemos en serio sus preocupaciones. Estoy contenta de que el Papa Francisco ahora dé este lugar a los jóvenes en la Iglesia", comentó Carina.
La joven vienesa representó a Austria en el Movimiento Juvenil Salesiano en Europa y Oriente Medio. Además tiene contactos en diversos países africanos, asiáticos y americanos. Una sincera preocupación para ella es el empeño de los jóvenes en la iniciativa Generazione Laudato Si’. Cuando fue fundada durante la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, ella estaba presente. Y en el XI Foro Internacional de la Juventud en Roma, tuvo también la oportunidad de tener un encuentro con el Papa Francisco.
Nacida en Viena en 1991, Carina es maestra de asilo nido y de post-colegio. Hizo estudios de Trabajo Social y actualmente está completando su master como docente de teatro. Hace tres años que trabaja como adepta pedagógica en el Movimiento Juvenil de los Salesianos de Don Bosco; participó en numerosas iniciativas como voluntaria, siempre dirigida al cuidado de los niños y adolescentes, y con las Hijas de María Auxiliadora y la ONG VIDES, realizó voluntariado en Georgia y Etiopía.
Puso en escena espectáculos para niños, dirige un coro de voces blancas y fue responsable de los monaguillos en su parroquia de origen.
"Estoy muy contenta de ser una persona creyente y religiosa y de saber que Dios está a mi lado. Mi fe da significado a mi vida. La santa misa, festejar, cantar y rezar juntos son para mi como estaciones donde abastecerme de combustible. Con el tanque lleno intento vivir la vida de todos los días, como Don Bosco, con las palabras "Sé feliz, haz el bien y deja cantar a los pájaros".
